¿Has oído el último planazo de Burgos? Nada de andarse por las ramas: se quieren sumar al club VIP de la ciencia e innovación. Así que imagínate… una ciudad que siempre ha sido conocida por su catedral, ahora se perfila para liderar la tecnología del mañana. Alucinante, ¿verdad?

¿Por qué es un pedazo de noticia? Pues mira, cuando Burgos se una a esta red tan top, va a empezar a atraer a todas esas empresas tecnológicas que están deseando tirar el anzuelo en nuevas aguas. Y eso se traduce en más curro para todos. ¿Te suena mejor un empleo nuevo o seguir quejándote del tuyo?

Al hablar de infraestructura, no nos quedamos solo con palabrejas bonitas. Hablemos claro: quien se beneficia al final de todo esto somos tú y yo. No solo por empleos, sino porque vendrán mejoras en transporte y comunicaciones. Vamos, que el WiFi dejará de caerse cada dos por tres (¡puede que incluso funcione en el metro!).

Volviendo al tema de la chavalada, este movimiento es también una joya para universidades y colegios. Se les abren puertas para montar programas de primera, colaboraciones internacionales y sus alumnos saldrán más listos que un pelo de tonto.

Pero bueno, no todo es fácil, que nadie se engañe. Algunos verán el cambio y se sentirán como si les estuvieran hablando en chino, porque no están acostumbrados a trabajar con tecnología. Por eso, es importante – y no soy ningún gurú por decirlo – seguir formándose. Nunca dejes de aprender cosas nuevas, especialmente en ciencia y tecnología, que son el futuro, ¡y el futuro ya está aquí!

En resumen, Burgos se está posicionando para dar un salto brutal al futuro, y nosotros, los burgaleses de a pie, tenemos que estar ahí, con los ojos bien abiertos y las ganas de comernos el mundo. No es cuestión de esperar milagros, sino de preparar el terreno. Que esto no pasa todos los días…

Así que ya sabes, prepárate para lo que viene y no te quedes viendo Netflix (bueno, solo de vez en cuando) mientras el mundo se transforma delante de tus narices. ¡Este es nuestro momento!

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