¿Quieres saber el secreto para que una empresa se mantenga en el juego cuando el mundo parece estar patas arriba? Pues mírate a Levitec. Esta gente no se anda con rodeos: se lanzaron de cabeza a la innovación y la especialización, y ¡zas!, lideran el sector de la iluminación y las energías renovables en España. Son como ese colega que, en una fiesta, llega con una botella de vino del bueno cuando todos los demás trajeron refrescos de marca blanca.

Mientras medio mundo lidiaba con crisis y más crisis, Levitec se estaba creciendo. ¡Sí, lo hicieron! Demostraron que, cuando apuestas por soluciones innovadoras y sostenibles, mantienes la competitividad. La economía y nuestros bolsillos necesitan más de eso, más empresas que no solo piensen en llenar los propios bolsillos, sino también en cuidar el planeta.

Ah, pero aquí viene lo chistoso… Innovación y sostenibilidad suena fenomenal, pero, ¡a ver, que no todo es de color de rosa! Muchos podrían decir “¡qué caro es al principio!”. Y sí, puede que el precio de esas soluciones te haga pensarlo… pero un poco de inversión hoy puede ahorrarte un montón mañana (y al planeta también, por cierto).

Y la parte de «competencia, ve ajustándote» no se puede descartar. Si Levitec sigue en su línea de ser tan innovador, más vale que las otras empresas se pongan las pilas o que ni se den prisa. Porque aquí o evolucionas o te comen.

¿Qué toca ahora? Educar al personal, contarles por qué las energías renovables son el futuro y que no es solo algo bonito para poner en el perfil de Instagram. Y si eres inversor -que igual no lo eres, pero nunca sabes- deberías estar mirando a empresas como Levitec… Que apostar por lo verde y lo que se reinventa no solo es bueno para el karma, ¡es bueno para la cartera!

En fin… Creo que Levitec está haciendo las cosas de manera brillante, y no solo porque vendan luces. Son la prueba de que especializarse y marcarse innovaciones chulas es el camino. Y no, no digo que te lances a recriar el mundo si no es lo tuyo, pero un poquito de esa energía no nos vendría mal a ninguno… ¿no crees?

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